Sinfonía de olas para Pau

El buen egoísmo.

Hace un tiempo, después de quedarme preocupado por el mal trato y la contestación de algunas personas, mi hijo, que me conoce bien me hizo el siguiente comentario. -Sí llevas el día de una manera positiva y alegre, no dejes que una o más personas influyan y logren hacer cambiar tu estado de ánimos, haz que prevalezca lo positivo.

Ahora pasado un poco más de tiempo, me viene a la cabeza otras conversaciones.
Día a día, en el trabajo y fuera de él, cuando se tiene el deseo de comunicar, trasmitir buenas vibraciones, buenos sentimientos o incluso por que no, hacer un poco el payaso y ver como los demás se ríen, tienes la recompensa (no los demás, que también la tienen) sino, tú el primero, por que te sientes bien, por que te hace feliz. Y esto ya es suficiente para que uno no cambie. Alguien podrá pensar que es de egoísta, pero yo desearía que el mundo se llenara de este egoísmo, que el placer de uno sea dárselo a los demás y no quedarse en el primer paso.
Esta mañana, iba con mi furgoneta, (bueno, la del trabajo) y al pasar junto a un autobús he observado que me miraba, era una niña, tendría ocho o diez años, pelo negro, largo y rizado, igual que mi hermana Rosario cuando era pequeña. He sentido la necesidad de hacerla reír y le he hecho unas "guiñotas"... Y ella me ha regalado una sonrisa para todo el día...

Dime que piensas y te diré que eres

Recorrió muchos países, llevaba una pregunta, iba buscando, encontró personas, diferentes sentimientos, diferentes prioridades, la mayoría buscaba una posición de privilegio, muchos sobrepasaban lo privado, otros no tenían limite, encontró egoísmo, individualismo, les enseñaron a ser los mejores.
Por fin, (como siempre pasa) llego al lugar donde escucho la respuesta que iba buscando, la pregunta siempre fue la misma ¿ que te gustaría ser en la vida? y la contestación desde el más joven al más viejo fue, ¡feliz!, ¡me gustaría ser felizzz! ...pi...pi...pi...pii........... pi...pi...pi...pii............... sonaba el despertador...