jueves, 22 de marzo de 2007

MªAngels- 17 años.

Mª. Angels (17 años)

Tenia 21 años cuando conocí a MªAngeles, siempre había vivido en el barrio y a pesar de separarnos solo 50 metros. no nos conocíamos.
Un día no recuerdo como, mi hermana y mi prima me la presentaron.
Salíamos en grupo, y entre salida y salida me di cuenta que MªAngeles me atraía, su carácter extrovertido, siempre decidida, siempre dispuesta a realizar cosas (yo, suelo pensarlo más) también me gustaba su manera de ser y sobre todo, su sonrisa.
Un día que estábamos solos, le dije que me gustaba, que si quería salir conmigo, (antes, creo que sé hacia así) ella expresó los mismos sentimientos pero, también dijo que en estos momentos no tenía claro si quería comprometerse con alguien, que dejáramos pasar un poco de tiempo, Con esta contestación, me sentí rechazado, yo entonces había superado el complejo de inferioridad que a lo largo de mi vida me había creado (siempre me tuve por el ultimo de la fila y no como uno más entre todos, ni más ni menos ) pero pensé que no le interesaba, me sentí de nuevo muy poca cosa.
Seguíamos saliendo en grupo y el trato con MªAngeles era un poco distante, nos esforzábamos, pero no se puede ir contra los sentimientos, era algo muy difícil para los dos, yo no quería ser solo su amigo.
Paso el tiempo y MªAngeles vino un día a casa, no podía imaginar el motivo de su visita, fuimos a dar una vuelta puesto que quería hablar conmigo y entre comentario y comentario me dijo aquello que yo deseaba oír, estábamos por la calle Sta. Carolina a la altura de la fabrica del ColaCao cuando nos cogimos la mano, no se expresar con palabras lo que sentí en ese momento, pero lo que es seguro... ¡seguro! que ese mismo sentimiento siempre lo tengo con ella.
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Mª. Angels (54 años)

martes, 20 de marzo de 2007

Miguel Hernandez


...Nubes tempetuosas de herramientas
para un cielo de manos vengativas
nos es preciso. Ya relampaguean
las hachas y las hoces con su metal crispado.
ya truenan los martillos y los mazos
sobre los pensamientos de los que nos han hecho
burros de carga y bueyes de labor.

Salta el capitalista de su cochino lujo,
huyen los arzobispos de sus mitras obscenas,
los notarios y los registradores de la propiedad
caen aplastados bajo furiosos protocolos,
los curas se deciden a ser hombres
y abierta ya la jaula donde actúa de león
queda el oro en la más espantosa miseria...

En vuestros puños quiero ver rayos contrayéndose,
quiero ver a la cólera tirándoos de las cejas,...

El que esto escribía murió en la cárcel abandonado por el poder, el mismo (pero democrático) que ahora custodia su obra y tiene la misión de propagarla.¿mala propagación harán en estos tiempos que corren?si hasta la llamada "izquierda" abraza el neo liberalismo...

jueves, 15 de marzo de 2007

J. Milla y A. Cañas


Mi amigo Cañas.

Siendo joven pertenecía a un club de seguidores de Elvis Presley, acudía a la sala Camelot con su cazadora de flecos y un sombrero americano.
En otra época trabajo en un restaurante, lavaba y apilaba platos, tan alto y tan alto los puso que al final se le cayeron, se le cayeron a un lado, donde apilados le esperaban otros tantos, total me cuenta y no miento que se rompieron doscientos.
Otro compañero tuvo la idea, el jefe tenia un coche aparcado en el garaje y las llaves colgadas en la puerta del despacho, las cogieron, subieron y pusieron el coche en marcha, recorrieron veinte metros y menudo susto llevaron, después, al final de mes de la nomina descontaron la reparación del coche y el tabique que tiraron.
Trabajo en Viladecans esta vez de jardinero, alguna vez cogía el "dumper" pero corrió demasiado, no pudo tomar la curva y el "dumper" se fue de lado saltando él por los aires y quedando magullado.
Le gustan las películas del Oeste, él es el Sheriff, con sus pistolas al cinto y en la cabeza el sombrero.
Disfrazado de vaquero se pasea por el zoo.
Una vez llegando a los búfalos disparaba las pistolas, quería ver una estampida.
Lo vio tan aburrido al pobre orangután que le dejó una cassette.
Se acerco al lugar de los elefantes asiáticos, él llevaba la comida, les echó de comer y se le fue la fiambrera, no lo pensó dos veces, bajó al recinto y allí discutiendo con el animal logró recuperarla, suerte tuvo de salir ileso.
Otras veces en el metro como algo normal desciende a las vías para cazar ratones.
Me comenta que todos los animales que encuentra por el campo y la montaña se los lleva a su casa donde los cuida, grillos, ranas, mariposas, saltamontes y lagartos.

Empezó tratamiento y más tarde ingreso en el Centro de Día de psiquiatría, pero él creyó que entraba en una comuna Hippie.
Han pasado unos años y ahora yo estoy trabajando en el Centro, cada mañana lo veo llegar con su bicicleta, un radiocassette, más grande que el manillar y atado al mismo con cuerdas y trozos de alambre, la mochila a la espalda y en la cabeza el casco. Ya sube por las escaleras del Centro de Día (el frenopatico, como yo digo) es mi amigo Cañas.
En el Centro hace tiempo que cuida del jardín y del huerto, antes le ayudaba Juanito pero se hizo mayor y ahora esta en una residencia, solía enfadarse con él, medio en serio medio en broma, pero en estos momentos seguro que lo echa en falta, no era muy listo pero si trabajador, se encargaba de barrer las hojas que caen en el invierno, dominaba la manguera aunque regara lloviendo, también cuidaba los pájaros. Ahora sé encarga Folguera, pero él dice que en vez de Folguera es "Flojeras" y prefiere hacerlo solo.
La mañana la pasa en el huerto, y allí lo veo feliz, entre lechugas, coles, habas, perejil.
Un día plantó zanahorias, las plantó a mogollón, plantó tantas y tan juntas que a duras penas crecieron, aunque no se desalienta y dice, -son pequeñas pero muy dulces.
También se hizo una foto con su girasol gigante (cuatro metros).
Muchos días comemos juntos, cocina verduras del huerto y organiza comidas que comparte con los amigos, es buen cocinero aunque un poco exagerado, hace tortillas de ajos, y "pizzas", que son tan gordas que no se terminan nunca, también prepara ensaladas, -cosas de la vida "Hippie".
El otro día hizo coles, pasaron pocos minutos cuando llego la directora y la asistenta social (que tenían una entrevista) la peste se había extendido por todas partes (cosa de coles) nos riñeron un poquito, nos prohibieron cocinar pero nos pareció excesivo, ahora seguimos cocinando pero con la precaución de cerrar la puerta y abrir la ventana.
Aprecio mucho a mi amigo, siempre hacemos comentarios de política, del huerto y de salidas al campo... es irónico cuando habla de derechas, comentamos las noticias del día y coincidimos bastante. En tiempo de elecciones siempre vota al P.S.C. y entonces se llena de pegatinas (él y la bicicleta) y carga de propaganda que reparte por el barrio, confía en los dirigentes, por eso, por que lo veo tan ilusionado y por ser buena persona apenas le contradigo.

Tiene frases que las repite bastante y que a mí me hace gracia.
-por las calles,
-a pulmón abierto,
-¿porqué dices eso, como lo sabes?
-cientos de veces...

Todo esto de mi amigo si lo comparo con otros me parecen "chiquilladas" los "otros" los que se tienen por cuerdos, los que dirigen el mundo, los que dicen que se mueven para llevar democracia y no por puro egoísmo, invaden, saquean y matan y nadie les reprocha nada. También los hay más cercanos que nos metieron en guerras, "contaminan" y niegan los resultados... estos si son un peligro, pero parece que no. ¡Hay que negar la evidencia!...

Alguien dijo en su momento... ¡hay mas... fuera, que dentro
!.

Antonio Cañas, trabajando en el huerto.



Han pasado unos meses (recortes en gastos, 90 €. al mes) mi amigo Cañas ya no se cuida del huerto ni del jardín.




jueves, 8 de marzo de 2007

Una vida sencilla.



Hizo un breve repaso a sus cincuenta y siete años, pensó en su infancia y quiso pasarla tan rápido como tardan en ser escritas estas palabras, ni la escuela del momento ni los profesores fueron los apropiados, para otros valdrían pero no para él, introvertido, necesitaba explicaciones, palabras no castigos, se quedo en la espera, nadie cruzo su camino, nadie y le hacia falta; fueron años sobre todo para sus padres, de mucho trabajo pocas palabras y poco sustento.
Al cumplir los catorce, dejo la academia y empezó en el mundo laboral, se iba formando hasta convertirse en un buen operario y a la vez comprobando la poca valía y prepotencia de una gran parte de la sociedad (quizás, hasta ese momento los había valorado demasiado) y descubriendo a la vez cualidades escondidas en su mentalidad modesta. Entonces, decidió darle sentido a su tiempo libre. Dibujaba y pintaba, especialmente los fines de semana, empezó a leer. Vio que sin proponérselo su visión era diferente al resto, lo asumió porque así era.
Epoca de Beatles, pero a él le interesaba más los "canta-autores" la música de "protesta", la música de Yupanqui, Paco Ibañez, Manuel Gerena y el espíritu de justicia social llenaba los rincones de su casa.
Estaba en estas divagaciones cuando apareció ella, la que siempre fue su compañera y madre de sus hijos, días felices compartiendo y descubriendo sensaciones hasta entonces no sentidas; sentimientos que duran toda la vida. Días también de imposiciones, compromisos, citas ajenas que le implica, sin ningún deseo por su parte, días perdidos, por no discutir, por ... por ella...
Pasan los años, más tarde en el momento que deciden llegan los hijos, años de felicidad, de aprendizaje, aprovechan los momentos, el colegio, el parque, hablan, juegan, visitan los museos, salen al campo, van aprendiendo. Siempre tuvo presente lo importante de esos años, por eso aprovechó la convivencia con sus hijos (sus hijos, aunque siempre dijo que no eran de nadie, sino de ellos mismos) y gracias ha ellos tuvo la infancia que hubiera deseado tener, recordando siempre esos años como los más felices de su vida.
Y siendo buen artesano, fueron pasando los años. Fueron muchas las empresas, mucho esfuerzo realizado y mucho beneficio dado, vio como muchos jefes a la hora de elegir prefieren en general a un rastrero adulador, compañeros hubo de todo pero poco a resaltar, le defraudaron bastante... al igual que la política.

Cincuenta i cuatro años, llevaba meses en paro y nadie lo contrataba, unas veces por la edad y otras (como el decía) ¡por demasiada experiencia!. Su mujer le comento que probara en el hospital, uno cercano a su casa y echó la solicitud. Paso un tiempo y lo llamaron, no para instalador pues ahora pedían estudios y el solo tenia experiencia. Lo contrataron de chofer, fueron dos años y seis contratos, el cambio fue positivo, de trabajo y de carácter, de "intro" a "extrovertido". El servicio era de cuatro coches en circunvalación por el hospital, llevaba a pacientes y familiares, el trato era agradable y divertido aunque a veces alguien subía y con él su mal humor, subían fastidiaban un rato y se marchaban los dos. Fue un tiempo feliz, no parecía trabajo.

Anulan el servicio, pasan unas semanas y lo llaman de portero, después de unos meses de portero convocan la plaza y otro "compañero" fijo y a punto de jubilarse la solicita, se la dan y de nuevo al paro.

Más tarde, otra suplencia, en un edificio antiguo, había sido escuela en tiempos de la República, ahora es el "frenopatico" (Centro de día, dependiente del mismo hospital). El sitio le gusta, esta rodeado de arboles, un patio, un jardín y un huerto, por dentro lo han pintado de alegres colores, están los despachos, el club con el equipo de música y la TV. donde pasan las películas, la biblioteca y diferentes talleres, en uno reciclan papel, otro de cerámica, de pintura, también uno de escritura (editan una revista que sale dos veces al año) y un equipo de fútbol. Las paredes están llenas de cuadros, murales y alguna que otra escultura, el Centro parece un museo.
Trabaja de mantenimiento en el centro y en los 16 pisos tutelados, realiza arreglos que los demás agradecen, es chofer de una super-furgoneta, se encarga del almacén (medio en broma dice que es psicólogo y payaso... pero por eso no cobra) atiende el teléfono y la portería y a ratos en la oficina, recoge letras y forma sencillos escritos, él dice que son cosas del sentimiento.
Ahora después de un año lo han hecho fijo, la empresa se sirve de su experiencia aunque poco lo valoran, valoran los "objetivos" que terminando el año se reparten diplomados (ahora... "socialistos y socialistas") ... agradecen su experiencia, como no podía ser menos; pero él es feliz y no llega a "mil-eurista".
Hoy después de acabar la jornada, se ha quedado sentado en el banco de la puerta, no tiene prisa y se ha puesto a meditar.


Antes, pensaba de una manera "global" y entonces se deprimía, no veía la solución y pierde las esperanzas.
Ahora piensa de una manera "local" piensa que quizás no solucione mucho pero seguro que con su humilde aportación esta arreglando su entorno por eso todos le dicen ¡siempre estas de buen humor! Y el contesta, que así se siente mejor, y si los demás se alegran y se ríen, pues doble satisfacción...