martes, 29 de enero de 2008

Una escalera estrecha.


Yo subía la escalera y otro señor la bajaba, nos encontramos y los dos cedimos el paso; ocurrió en ese momento detrás del señor, ajeno a todo se adelanto sin decir palabra, pasando por en medio de los dos aquello que sé esta convirtiendo en normal proceder... ¡la mala educación!. (Las palabras, nuestras palabras quedaron mudas).

1 comentario:

piti dijo...

un amigo georgiano me explico,que en su pais le pegan a la gente que no ayuda a los demas ,pero claro ...son barbaros comunistas.