jueves, 13 de noviembre de 2008

Mi Historia: (escrita por Manuela Garcia Gallardo)

En el Centro de Día Pi i Molist

MANUELA

Yo vivía en una era con mi madre, mis dos hermanas y mi abuela en una casita que era de los animales: de los caballos, de los bueyes, pues tenía un corral donde comían los animales. Allí jugábamos mi hermana y yo cuando los animales ya habían dejado de comer. Cuando amanecía, la casita estaba mirando al sol. Yo tenia seis años. Salía a la puerta y veía todo el campo lleno de amapolas rojas y de trigo, el sol y el aire. Entonces vino mi tío de la guerra que pasó por Alcázar de San Juan, al vernos se encontró a mi madre con tres hijas y mi abuela viuda.
Mi madre entonces, me trajo a mi que era la del medio a Barcelona. Pues mi tía ya nos esperaba aquí en una casa que había en la Riera, cerca de Virrei Amat; de allí nos pasamos a vivir a Can Peguera. Entré en la casa a los 6 años.
Mi tío era alcohólico, vendía fruta y verdura por la calle. Se gastaba el dinero que cobraba en el bar y al día siguiente ni podía ir al Borne. Mi tía y yo pasábamos mucha hambre. A él lo alimentaba el alcohol. Dejó de vender fruta y verdura.
Íbamos a la montaña a buscar leña para venderla para quemar y hacer la comida en las cocinas; salíamos a las 4 de la mañana, mi tío, mi tía y yo con un carro bastante grande sin almorzar nada, tardábamos 2 horas en llegar cerca de Cerdanyola. Mi tío llevaba la bota de vino, se bajaban a una hondonada mi tía y él y yo me quedaba arriba con el carro vigilándolo todo el día sola, con 8 años. No pasaba en todo el día nadie y me distraía mirando los árboles, como se movían las hojas, mirando las piedras, el aire y el Sol. Por eso ahora me gusta tanto el aire.
A las 12 tiraban los barrenos, entonces subían los dos y comíamos media sardina o arengue para mi tía y media para mi y para mi tío una entera, porque él era el que trabajaba más. Y una barrita de pan pequeña para los tres, el trozo del medio era para mi tío porque no tenia dientes. De la sardina o arengue la parte de la cola para mi, la parte de la cabeza para mi tía y una naranja para cada uno. A las 6 de la tarde nos bajábamos en 2 horas de camino, entonces mi tío partía la leña en trozos pequeños para venderla. Mi tía hacia una sopa de pan con tres trozos de pan en el plato y con agua, esto era la cena. Y al día siguiente otra vez lo mismo.
Me he dejado que la casita en el pueblo tenía un pozo dentro de la casa donde dormíamos y una cocina en el suelo y una en la era. Era todo un cuadro difícil de soportar, cuando llovía me mojaba toda, me ponía chorreando. En el verano todo el día estaba debajo del Sol y en el invierno por la mañana a la sombra hasta que salía el Sol. Estaba como una negrita. A los 6 años y medio entré en el colegio Ramiro de Maeztu. Iba al parvulario. Después mi tío me cambio a la calle 9, ahí estuve medio año y allí aprendí a leer y a escribir. A los 7 años me quemé el pie. A los 8 años la columna. A los 10 años la nariz. A los 11 años me quedé electrocutada y se me torció la columna. Y a los 12 años ya estaba trabajando para y por las fábricas. A los 18 años entré en las hilaturas textiles: "Román Camps". A los 19 años estuve trabajando a destajo. Y a continuación entre en el "Mental". Y hasta ahora todavía estoy aquí.
Mi abuela hacia una sartén donde preparaba las "galtas" dulces y ponía una manta en la puerta de la casa, en el suelo comíamos todas y en la misma sartén a la luz de la Luna, sintiendo y oyendo cantar a los grillos.
En la manta en el suelo, por la tarde al lado de la casa que hacía sombra, yo echaba la siesta.

Moraleja:
Cuando tenía dientes
No tenía comida.
Ahora que tengo comida,
No tengo dientes.
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