miércoles, 10 de enero de 2007

Demosgracia

En la isla Demosgracia cada día se construía más y más, la mayoría de habitantes trabajaban construyendo edificios pero paradojicamente no todos podían vivir en ellos puesto que el precio de los pisos no guardaban relación con los salarios que recibían. Habían sociedades, grupos que eran dueños de estos edificios, azules, rojos, amarillos de todos los colores del arco iris. También estaba el que con "sacrificio" había llegado ha comprar un piso, al cavo de un tiempo lo pone a la venta y saca el doble de la invertido, durante toda la vida haciendo lo mismo se convierte en propietario de un edificio, el gobierno los premia con la gran cruz honorífica de la isla Demosgracia.
En la isla, un hombre como tantos otros trabajaba en estos edificios, toda su vida lo había hecho, no le gustaba tanta construcción pero seguía el curso de la corriente.
Llego el día que toda la isla era un amasijo de edificios, no quedaba ni un trozo de tierra para construir, la gente vivía como podía, y muchos incluso eran felices.
Pero el hombre seguía pensando, enfadado con todos y por todo, seguía trabajando en edificios que nada le gustaban, había días que pensaba en no acudir al trabajo pero enseguida se ponía en marcha y acelerando llegaba el primero. A veces, los días que no tenia que ir al trabajo acudía a la playa y contemplando las olas y bañado por el sol soñaba con la isla de enfrente, la isla "Equilibrio", y entonces era feliz. Soñaba que alli todos trabajaban según las necesidades, se respetaba la naturaleza, la gente era feliz, no existía el egoísmo, todo se compartía, pensamiento de toda una vida, quizas ingenuo pero un sueño noble, a veces se reprochaba no haber tenido el coraje de construir una barca o aliarse con otros que de alguna manera también la construían. Hoy el viejo esta triste, fue a la playa, y al verlo alli solo, se le acerco una gaviota, esta, le pregunto. ¿Que haces tan pensativo? - estoy soñando con la isla del "Equilibrio" ¿y eso? -es que me la imagino tan bonita.
-No seas ingenuo, eso no es una isla, nosotras tenemos que ir con mucho cuidado para no caer al agua. Eso que hay delante es un espejo.

Mañana cuando el viejo se levante marchara como cada día al trabajo... un poco desilusionado pero... conociendolo seguro que pronto se le pasa y enseguida dará rienda a otro sueño...

1 comentario:

piti dijo...

si la ilustras y la sigues podria ser un cuento para niñxs....