El era uno de los responsables en un taller de un Centro de Día de Psiquiatría, una persona de las clasificadas por la sociedad como "rara".
Cuando llegó, enseguida nos compenetramos. Se hizo cargo de un taller que anteriormente restauraban muebles, restauración que duraba una eternidad.
Lo primero que hizo fue, limpiar, ordenar, y colocar unos dibujos en las paredes, se trataban de mapas del mundo, quizás para que las mentes volaran.
Lo recuerdo en el taller con los usuarios realizando unos muebles pequeños, suplemento de escritorio, cortando la madera, encajándola o bien dando el último toque de barniz, muchas veces estaba solo.
Los demás responsables solían reunirse en asamblea diaria, pero él si bien acudía, solía ser un poco tarde, no sé sí con demasiadas ganas. Alguna tarde traía una película para verla con los usuarios, la veían y después hacían el comentario, estas solían ser, de contenido; de las que yo llamo " constructivas". Otras tardes practicaban la escritura y también con otros usuarios diariamente cuidaban el huerto.
Si yo necesitaba ayuda no dudaba en hacerlo, siempre dispuesto al trabajo, tranquilo, sin alterarse, relajado. Comiendo, comiendo se daba su tiempo, no tenía prisa, esto quizás fuera "chocante" para los demás.
Se podía hablar con él, sabia escuchar, no siempre coincidíamos aunque es normal que así sea. Pasábamos buenos ratos pues suelo tomarme la vida (ahora de mayor) con "filosofía" y no muy en serio, solo lo que realmente importa, me dieron demasiados chascos que hicieron brotar para defenderme la ironía.
Hace dos días llego un "superior", el mismo que unos meses antes lo había recomendado. Quizás, seguro, que mi amigo ya lo esperaba pues al día siguiente finalizaba su contrato. Se reunieron y al rato me dice que lo habían despedido, que no le renovaban y por supuesto que no le darían la plaza, ¡NO REUNIA EL PERFIL!.
Mi primera reacción fue de sorpresa y después, al momento, de indignación, había perdido su trabajo, pensé en la edad, también pensé en mi, por la perdida de un compañero de diario, más tarde hice mis reflexiones, esta persona se limitaba a realizar su trabajo, y hacerlo lo mejor posible para los usuarios, quizás esto no es suficiente, tal como esta la sociedad actual, no basta con lo bien hecho, tienes que demostrarlo, quizás acudiendo con mayor interés a las reuniones (por lo menos que lo parezca) con un reportaje, de esta manera simplemente realizando unas fotografías, introduciendo música apropiada, tienes todo un trabajo por el cual te beneficias y, lo que es más importante ¡se benefician todos los que no aparecen por el Centro! (y eso es, a simple vista, lo que importa ).
No vi en él ninguna queja, ningún reproche, es más, cuando marchaba seguía como siempre, haciendo lo mismo, sin prisa, incluso acordó venir al día siguiente, se despediría de los usuarios. (Lógicamente, no estaba obligado).
Ahora pasado unos días, estoy desconcertado, me dijo que no le asustaba el trabajo. Me pareció que asumía el destino sin problemas, (quizás son cosas mías) aunque nunca sabemos de antemano si perdemos o ganamos con los cambios, solo nos lo confirma el tiempo.
Realmente no sé que pensar pero una cosa es segura, he perdido un compañero de trabajo y quizás... los demás... una persona "rara".
Cuando llegó, enseguida nos compenetramos. Se hizo cargo de un taller que anteriormente restauraban muebles, restauración que duraba una eternidad.
Lo primero que hizo fue, limpiar, ordenar, y colocar unos dibujos en las paredes, se trataban de mapas del mundo, quizás para que las mentes volaran.
Lo recuerdo en el taller con los usuarios realizando unos muebles pequeños, suplemento de escritorio, cortando la madera, encajándola o bien dando el último toque de barniz, muchas veces estaba solo.
Los demás responsables solían reunirse en asamblea diaria, pero él si bien acudía, solía ser un poco tarde, no sé sí con demasiadas ganas. Alguna tarde traía una película para verla con los usuarios, la veían y después hacían el comentario, estas solían ser, de contenido; de las que yo llamo " constructivas". Otras tardes practicaban la escritura y también con otros usuarios diariamente cuidaban el huerto.
Si yo necesitaba ayuda no dudaba en hacerlo, siempre dispuesto al trabajo, tranquilo, sin alterarse, relajado. Comiendo, comiendo se daba su tiempo, no tenía prisa, esto quizás fuera "chocante" para los demás.
Se podía hablar con él, sabia escuchar, no siempre coincidíamos aunque es normal que así sea. Pasábamos buenos ratos pues suelo tomarme la vida (ahora de mayor) con "filosofía" y no muy en serio, solo lo que realmente importa, me dieron demasiados chascos que hicieron brotar para defenderme la ironía.
Hace dos días llego un "superior", el mismo que unos meses antes lo había recomendado. Quizás, seguro, que mi amigo ya lo esperaba pues al día siguiente finalizaba su contrato. Se reunieron y al rato me dice que lo habían despedido, que no le renovaban y por supuesto que no le darían la plaza, ¡NO REUNIA EL PERFIL!.
Mi primera reacción fue de sorpresa y después, al momento, de indignación, había perdido su trabajo, pensé en la edad, también pensé en mi, por la perdida de un compañero de diario, más tarde hice mis reflexiones, esta persona se limitaba a realizar su trabajo, y hacerlo lo mejor posible para los usuarios, quizás esto no es suficiente, tal como esta la sociedad actual, no basta con lo bien hecho, tienes que demostrarlo, quizás acudiendo con mayor interés a las reuniones (por lo menos que lo parezca) con un reportaje, de esta manera simplemente realizando unas fotografías, introduciendo música apropiada, tienes todo un trabajo por el cual te beneficias y, lo que es más importante ¡se benefician todos los que no aparecen por el Centro! (y eso es, a simple vista, lo que importa ).
No vi en él ninguna queja, ningún reproche, es más, cuando marchaba seguía como siempre, haciendo lo mismo, sin prisa, incluso acordó venir al día siguiente, se despediría de los usuarios. (Lógicamente, no estaba obligado).
Ahora pasado unos días, estoy desconcertado, me dijo que no le asustaba el trabajo. Me pareció que asumía el destino sin problemas, (quizás son cosas mías) aunque nunca sabemos de antemano si perdemos o ganamos con los cambios, solo nos lo confirma el tiempo.
Realmente no sé que pensar pero una cosa es segura, he perdido un compañero de trabajo y quizás... los demás... una persona "rara".
Ah por cierto, los mapas del mundo siguen en las paredes... y aquellos que lo ponían de excusa por la tardanza, siguen... llegando tarde...
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